Siendo jóvenes quisieron dejar el fútbol
En algún momento de sus vidas estos jugadores han querido
colgar las botas, despedirse de su
pasión y dedicarse a otras cosas, no precisamente por la edad, las razones
varían de acuerdo a cada persona, pero en ellas hay mucha importancia, tanto
así que han deseado no pisar una cancha nunca más.
Decepcionar a tu
nación en un partido, puede ser motivo que asome la idea en un jugador de
retirarse a temprana edad; más aún si la familia también se encuentra afectada después de su actuación. Aunque está
claro que, en muchas oportunidades los futbolistas pasan por estas
circunstancias, al brasileño, Felipe Melo, le perjudicó cuando atravesó uno de sus peores momentos como deportista:
En los cuartos de
final del mundial Sudáfrica 2010, la selección brasileña se enfrentaba a
Holanda por un puesto a la semifinal del torneo. El scratch fue doblegado por
la naranja mecánica con un marcador de 2-1. Melo, que tuvo un partido para el olvido, marcó un gol en contra y fue
expulsado.
Al volver a casa, Felipe fue muy criticado, la prensa brasilera le atribuía la eliminación
de la copa del mundo, los alrededores de su hogar se encontraban repletos
de fanáticos furiosos y por si fuera poco, cuando arribó, sus padres lloraban. Fue entonces cuando se dijo “con el dinero que he ganado siendo
futbolista tengo para vivir bien toda la vida”.
Sin embargo, su esposa
y el pastor de la iglesia a la que
pertenece lo ayudaron a cambiar de opinión para que continuara su carrera.
Además, su entrenador en turno, Luigi del Neri, junto a Giussepe Marotta, dirigente de la
Juventus, le hicieron saber la confianza que tenían en el con todo su apoyo, lo
que hizo que Felipe Melo siguiera jugando al fútbol a pesar de lo ocurrido.
Otro futbolista que ha tenido constantes deseos de alejarse
es Carlos Tevez. La causa principal también recayó en su
familia. En 2010, el “apache” afirmaba
que tenía 5 años jugando en Inglaterra y que en ninguno había tenido la
oportunidad de pasar una navidad con sus seres queridos. Asimismo, añadía
que se sentía una persona menos tolerante y que probablemente retirarse por un
tiempo habría sido la solución.
Un año más tarde, los problemas con su entrenador, Mancini, en el Manchester City, impulsaron con más fuerza sus ganas de renunciar al balompié, de hecho, hizo público un comunicado en donde expresaba el deseo de irse del club. Sin embargo, las aguas se calmaron y en el 2013, recibió una oferta de la Juventus de Turín, que renovó su pasión por el fútbol.
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