Chepo, ¡debes cambiar!
La selección mexicana de fútbol ha pasado por varias etapas
en la era de José Manuel de la Torre, la primera, que personalmente la llamo la
“exitosa”, donde el tri dominaba a placer todos los partidos que disputaba,
armonizaba, creaba juego ofensivo, reparo las fallas del proceso de Javier
Aguirre y más, el “Chepo” no tenía mayor problema y gozaba de un semblante
diferente, pero, en la segunda parte, la “crisis” ¿Qué le sucedió?.
Podría decir que son más bien fases de José Manuel de la
Torre. Cuando México marchaba bien y no había una presión tan fuerte sobre él, parecía
ser el entrenador ideal, tenía buen trato con la prensa y se hablaba más de
fútbol que de otra cosa. No es la misma historia de ahora, el cambio en el
seleccionador ha sido espeluznante, la soberbia y la desesperación se apoderan
de él.
La actitud que presenta no es la más adecuada, sobre todo en
su posición. Al “Chepo” se le ha criticado que ni siquiera puede transmitirle
confianza a sus jugadores desde el banco, porque en cada partido se le nota
tenso, molesto, ansioso, entre otras cosas que perjudican su imagen, es tanta
su angustia que parece que no recuerda que cuenta con un cuerpo técnico al cual
puede pedirle opinión.
Al terminar el encuentro, generalmente con un empate o
derrota, al momento de las entrevistas, De La Torre deja de un lado la
humildad, respondiendo cada pregunta con prepotencia, tono de voz desafiante y,
lo más significativo, sin aceptar críticas.
Este tipo de personalidades lo vemos en entrenadores de
Europa, máximo exponente José Mourinho, con la diferencia que Mou ha ganado
títulos importantes con muchos clubes, lo que le da aunque sea algo para
alardear, pero, no pasa lo mismo con el Chepo, pues, se ha convertido en un
entrenador arrogante que no ha logrado cosas que le permitan ser de esa manera.
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