La adquisición de habilidades de un guardameta

Julio Cesar
Todos los porteros son autocríticos consigo mismos y son conscientes de lo que es bueno o malo para ellos. Un portero, sabe exactamente lo que necesita y quiere para alcanzar sus objetivos, al igual que cuando comete errores, es consciente de su actuación. Normalmente, posee una implicación total con su equipo y una visión global que le permite ver el partido de una manera personalizada, además de ser consciente de la evolución de su formación y su rendimiento en los ejercicios y partidos, todo ello en la misma línea que su entrenador de porteros.

Ahora bien, si nos adentramos en el proceso de adquisición de habilidades por parte de un portero, debemos ser conscientes de que el tema de solventar un error lo antes posible, es tan importante como encontrarlo, para que las situaciones mal interpretadas, tengan un significado. Las distintas situaciones que aparecen durante el partido, permiten al portero mejorar en su formación en lo que respecta a la toma de decisiones, y ello provoca que los porteros evolucionen cada día más en busca de su excelencia y estén más preparados y más aptos para responder en cada partido.

La capacidad de aprender del error y la creación de situaciones de capacitación para promover el reconocimiento de las situaciones, parecen ser dos factores muy importantes que deben ser movilizados a través de los aspectos del proceso de formación de un portero de fútbol. Si un error se produce en situaciones de entrenamiento o partido con porteros en formación, es muy importante saber que el proceso de memorización específica de acciones repetidas, le puede hacer reconocer más fácilmente situaciones similares, y que sus acciones motoras se organicen de manera más eficaz.

Portero a temprana edad

Ahora, bien, lancemos una pregunta para reflexionar: ¿Cuándo está un portero en su máximo nivel? El mito y la opinión general dice que esto suele suceder a los 28-30 años, cuando un portero está más experimentado,  y personalmente, considero que es un error pensar esto, ya que durante el proceso de formación de un portero, debe pasar por momentos que lo hace madurar más de lo normal, en lo que respecta a su edad cronológica. Debe poseer una gran inteligencia emocional y una gran capacidad para manejar el error, y aquí entra en juego la importancia del significado de las situaciones de entrenamiento; un portero debe reconocer las situaciones de juego y ser lo más eficiente posible en dichas acciones al ser rápidamente reconocidas. Para ello, es importante que  se suelan repetir, ya que ello provocará que el portero se convierta en un deportista muy eficiente lo antes posible.

Durante este proceso, todas las acciones diseñadas con una recreación de situaciones de juego existentes, no solo permitirá una descodificación específica de las conductas a lograr, sino que también hará disminuir los tiempos de reacción y anticipación proporcionadas por la repetición de los movimientos, además de permitir una intervención más específica del entrenador con el fin de ayudar al portero para realizar lo que se proponía. Por tanto, la ayuda del entrenador de porteros en lo que respecta a la comprensión del portero, debe venir temprano y siempre de manera coherente. El entrenador tiene que intervenir para dirigir el comportamiento del portero para lo que se propone. La retroalimentación es fundamental en la orientación del proceso para el portero más joven, ya que le ayuda en su orientación de las conductas para que  sean adquiridas.

Como conclusión, podemos decir que la creación de situaciones de juego, fomenta una maduración en los procesos del portero en lo que respecta a su percepción, decisión y ejecución. Además, el entrenador tiene la responsabilidad de intervenir dirigiendo al portero hacia un perfil para mejorar su capacidad de aprender a utilizar el error mediante la enseñanza para que pueda aprender de él, siendo un aspecto muy importante a tener en cuenta, para formar de la manera más completa a un portero. Pero estas ideas en que se basa el proceso de formación, deben basarse en algo más: el modelo de formación de portero y el modelo de juego del equipo, ya que van a definir lo que se considera el talento, que va dirigido a la observación de los jugadores y determinar lo que queremos que nuestro portero haga.


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